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Viajar con mascotas

Los que convivimos con una mascota, sea perro, gato, hurón o periquito, sabemos que, la hora de viajar, su compañía nos plantea algún que otro problema práctico. El primero y más importante es decidir qué hacemos con él. ¿Se viene con nosotros o no?

Evidentemente si el viaje es organizado tendremos que buscarle acomodo en casa de algún familiar o en alguna residencia canina/felina porque. Menos mal que hoy en día no faltan soluciones para ello.

Sin embargo nuestra condición de campistas nos facilita mucho la tarea si no queremos dejar de compartir experiencias con nuestra mascota. No somos pocos los que viajamos con nuestro perrito –algo menos frecuente es llevarse al gato, aunque cada vez es más habitual- y no digamos ya si se trata de otros animalitos más “exóticos”.

El mundo campista es terreno abonado para viajar con bichos. Llevar la casa a cuestas tiene esas ventajas. Afortunadamente en la mayoría de camping admiten su estancia –algo que debemos comprobar al elegir camping- aunque su compañía también nos limitará bastante a la hora de visitar museos  y otras atracciones o entrar en algunos locales.

Por suerte en Francia, Alemania, Holanda o Bélgica, todos ellos con gran tradición “animalera”, facilitan mucho la estancia en sus países con nuestra mascota. Nada que ver con España, aunque mucho hemos progresado en ese aspecto.

Por ejemplo, en Budapest se admite un perro por vagón en el metro y ferrocarril. En el RER parisino (el tren suburbano) también se aceptan, pero en el metro de parís sólo a las mascotas pequeñas y en transportín. En fin, que es cosa de informarse al respecto sobre las normas en cada ciudad o país.

En nuestro caso, a sabiendas de que viajamos con frecuencia, ya nos buscamos una raza de perro de tamaño muy pequeño para poder recorrer el mundo con ella sin demasiados problemas.

En 2006 empezamos a viajar con nuestra maravillosa teckel miniatura de pelo duro, que con poco más de 3 kg. de peso resultaba fantástica para viajar. Cuando nos dejó en 2020, la "Rubita" ocupó su lugar. Otra teckel miniatura, una raza realmente adaptada a los trajines viajeros. Cabe perfectamente en una mochila o en un trasportín de viaje. Con perros bien educados viajar no es problema, aunque el tamaño, en este caso, sí que importa. Con los perros de talla mediana o grande la vida no es igual de sencilla. Y si encima son de raza o de características consideradas como "peligrosas" por las distintas normativas, peor aún, pues en muchos camping no permiten su estancia.

Por supuesto el animal debe estar vacunado con todas las vacunas preceptivas –para eso podéis informaros en vuestro veterinario y en las embajadas de los países a visitar- y disponer también del llamado “pasaporte canino europeo” que podéis obtener también en el veterinario. Ese es el documento que os exigirán las autoridades al viajar, tanto en las aduanas como en caso de incidente con el animal.

El microchip de identificación es obligatorio en España y en otros países y a efectos de localización del animal en caso de extravío, viene muy bien colgarle del collar una chapita con su nombre y vuestro número de móvil, teniendo buen cuidado de grabarlo con el código internacional delante del número, o sea, el “0034” por si os tuvieran que avisar desde un teléfono extranjero. O actualmente con uno de esos collares con GPS. ¡Las ciencias avanzan que es una barbaridad!

Aunque eso no tenga que ver directamente con el hecho de viajar, la misma tenencia de un animal recomienda estar protegidos contra los daños que éste pueda causar. Por lo tanto un seguro de responsabilidad civil del animal se hace muy conveniente. Si tenéis un seguro multirriesgo del hogar, comprobad si en la garantía de responsabilidad familiar se incluyen los animales domésticos. Si no, contratad una póliza para el perro. Son baratas y os ahorrarán un montón de problemas.

Aunque nos salgamos del tema, esa precaución vale también para nuestros niños. Los padres somos responsables de los daños que ocasionen nuestros retoños. Nadie está libre de que el muchacho rompa algo o cause daños. Si no tenemos la casa asegurada –tremendo error- y por ende, la responsabilidad civil familiar que suele acompañar a ese seguro, ya podemos espabilar y hacernos uno pitando. Ah, y si tenemos animalito, comprobad que también lo incluye.

Volviendo al tema principal y por razones obvias de seguridad, nunca dejéis al animal encerrado en el coche y no digamos ya si hace mucho calor, pues a la vuelta podríais tener un disgust muy serio. Además corréis el riesgo de que os lo roben o ser multados por ello.

Ya he comentado que viajar con animales impone limitaciones, aunque en algunos casos podremos superarlas bastante bien. Si no puede acompañarnos a ciertos lugares, quizás podamos dejarlos, por ejemplo, unas horas en alguna residencia canina próxima o en la caravana, siempre y cuando esté a la sombra y el perrito no sea ladrador. Comprobad que las normas de camping no prohíban expresamente dejar a los animales sin vigilancia.

Si visitáis Disneyland París podéis dejar a vuestra mascota en el Centro de Acogida de mascotas que se encuentra junto al enorme aparcamiento. Las instalaciones son fenomenales y lo tienen todo súper-controlado. La última visita a Disney la hicimos en diciembre de 2023 y nos costó 15 €/día e incluye la comida, si se quiere. Las jaulas, de diferentes tamaños, claro, se encuentran dentro de un edificio, por lo que la temperatura exterior o la lluvia no afecta. Se puede sacarlos a pasear siempre que se quiera, previo registro de entrada y salida en recepción. Ya digo, controladísimo todo. Nos informaron también que es posible, si tenemos dos perritos, compartir la misma jaula. No lo pregunté, pero intuyo que no harán rebaja en el precio...

A Gran Bretaña con nuestra mascota

Afortunadamente hace ya tiempo que se ha simplificado la entrada de animales de compañía (perros, gatos y hurones) en Gran Bretaña.

Es importante, no obstante, que os informéis  previamente de los trámites a realizar para ir con vuestro perrito, gato o hurón a Gran Bretaña, a través del programa “PETS travel scheme”, pues hay algunos trámites que conviene no pasar por alto. 

Informaros en la web www.defra.gov.uk que es la página “oficial” que incluye todos los requisitos para la entrada de la mascota en el Reino Unido, en inglés, por supuesto. Estas exigencias son válidas para perros, gatos y hurones.

Los principales cambios son: eliminación del requisito de análisis de anticuerpos de la rabia efectuado por laboratorio autorizado y con no menos de seis meses de antigüedad. Eliminación del requisito de desparasitación contra garrapatas (ojo, el de la tenia sigue en vigor) y ampliación del plazo para hacerlo hasta los cinco días anteriores a la entrada en Gran Bretaña. Este dato es importante porque en el pasaporte del animal debe constar la fecha de desparasitación. Así que tenedlo en cuenta para que no os pilléis los dedos si tardáis en cruzar el charco a contar desde el día de salida de viaje.

Para los ciudadanos de la Unión Europea los requisitos son: pasaporte europeo del animal en regla, con las vacunas correspondientes, fundamentalmente de la rabia (con una "antigüedad" mínima de 21 días antes de la llegada a GB). Disponer de microchip (aseguraros de que se lee bien, pues a veces no se puede leer y, en tal caso, os denegarán la entrada. Tanto en el Eurotúnel como en los Ferries de Calais os "leerán" el microchip). Por último (sólo perros) es necesario efectuar un tratamiento de desparasitación contra la tenia (Tapeworm), firmado por un veterinario entre 24 horas antes de la entrada en GB y cinco días anteriores a la misma.

Estos cambios han han sido muy bienvenidos, pues han eliminado muchas trabas, en especial la necesidad de tener que prever el viaje a Reino Unido, al menos con ocho meses de antelación, pues los 6 meses eran el período mínimo entre la fecha del test de sangre y la entrada en Gran Bretaña.

También ha sido muy interesante la ampliación del plazo para la desparasitación contra la tenia (Tapeworm) a cinco días anteriores a la entrada, pues así se dispone de un margen mucho mayor para efectuar el viaje llevando "hechos los deberes" desde casa. O sea, ya no es necesario hacer el viaje hasta la frontera británica "de tirón".

Ah, y por si fuera poco todo lo anterior, tampoco es válido entrar en el país por cualquier ruta comercial entre el continente y el Reino Unido. En la web de “Defra”, viene el listado de las compañías autorizadas para aplicar el programa PETS, entre las cuales están las más habituales. 

Si vais a pasar el Canal de la Mancha por el Eurotúnel, pinchad en el enlace que os llevará a la página correspondiente de esta misma web y podréis informaros de la situación en el caso del Eurotúnel. Si por el contrario vais a utilizar el ferri, haced lo propio sobre el enlace. En las fotos podemos ver la zona que la naviera P&O tiene habilitada en sus barcos para estar con nuestra mascota durante la travesía. ¡Se acabó eso de dejarla en el coche!

Y si a alguien se le pasara por la cabeza pasar a su mascota “de contrabando” que se quite la idea de la cabeza de inmediato. En el mejor de los casos y no sin apuros, puede que acepten negaros simplemente la entrada en el país, pero si aplican la norma tal cual, podrían requisar al animal y sacrificarlo. Y os aseguramos que los aduaneros británicos no destacan por su falta de celo...;