Todo lo imprescindible y más...
La magia de Alsacia en Navidad
Alsacia en Navidad está de moda y su magia es cada vez más conocida. Si el ambiente y las decoraciones navideñas son lo vuestro, entonces Alsacia durante el periodo de Adviento (el mes que precede al día de Navidad), será, sin lugar a dudas, vuestro destino soñado. Y no faltan razones para ello.
Desde aquel ya lejano año 2000, atraídos por sus mercadillos navideños y sus pueblos de cuento de hadas maravillosamente engalanados, quedamos tan prendados de su magia que hemos retornado a Alsacia no menos de diez veces, bien de paso hacia otros destinos bien como destino final. ¡Y siempre en caravana!
Ello nos ha permitido conocerla bien a fondo -incluida su famosa vecina, la Selva Negra alemana- y por ello queremos compartir toda esa experiencia para que vuestro primer viaje (porque seguro que habrá más) resulte tan inolvidable como lo fue el nuestro.
Las ventanas decoradas con peluches, los mercadillos navideños y el aroma a canela y a vino caliente actúan como el más poderoso de los imanes sin necesidad de ir echando monedas a una fuente para asegurarnos el regreso. Y cuando llegue la hora de volver a casa… ¡Te irás pensando cuándo podrás volver!
¿Qué encontraréis si seguís leyendo?
A lo largo de este artículo encontraréis toda la información necesaria para no dejar nada en el tintero durante vuestra estancia en Alsacia en Navidad. Hay tanto que ver que harán falta varios viajes para conocerla a fondo. Estrasburgo, Colmar, Riquewihr, Kaysersberg, Ribeauvillé, Obernai o Eguisheim son algunos de los puntos que no habrían de faltar en un primer viaje, pero hay muchas otras localidades alsacianas que, a buen seguro, merecerá la pena conocer en siguientes viajes. Todas ellas se cuentan con detalle y con indicaciones interesantes y prácticas como dónde aparcar o qué momentos del día pueden ser mejores para la visita, por ejemplo.
¿Cuándo visitar Alsacia?, ¿Por qué Alsacia vive la navidad como nadie?, ¿Cómo llegar allí desde España ahorrando peajes y combustible?, ¿Cómo llegar en avión?, ¿Qué camping son recomendables?, ¿Cuáles son las localidades más interesantes? o qué especialidades gastronomicas alsacianas y alemanas nos encontraremos son algunos de los epígrafes que iréis descubriendo a medida que vayáis leyendo...
¿Cuándo visitar Alsacia?
Vaya por delante que los pueblos alsacianos son siempre encantadores, pero hay dos momentos del año que son aún más bonitos. En Navidad son lo más -no hay nada igual en toda Europa- pero en verano los balcones se adornan con macizos de flores y también son muy atractivos.
Las ciudades alsacianas -Estrasburgo, Colmar o Mulhouse- y los pueblecitos de cuento de hadas (Riquewihr, Kaysersberg, Obernai, Eguisheim...) se visten de navidad desde finales de noviembre hasta el día de Navidad, aunque algunos lo prolonguen hasta Año Nuevo.
Puestos a elegir fechas de visita, en España tenemos un momento ideal para conocer Alsacia en época navideña. El "puente de la Constitución y de la Inmaculada" brinda una muy buena ocasión, aunque su interés varía en función de cómo caigan los festivos. Las agencias de viaje bien lo saben. Y nosotros lo corroboramos porque en estos últimos años es cada vez más habitual encontrar paisanos por allí en esas fechas.
Fuera de las fechas del puente, también hay que tener muy presente que a medida que avanza el mes de diciembre, el riesgo de tiempo frío o de nevadas aumenta. Digamos para tranquilidad del lector que si bien nunca nos hemos quedado más allá del 10 de diciembre, solamente nos ha nevado en tres ocasiones y en dos, la nieve ha sido más anecdótica que otra cosa. Vamos, que normalmente no es fácil que nieve antes de mediados de diciembre. No obstante, los neumáticos de invierno o de todo tiempo son grandes "amigos" para viajar tranquilos. Además, en esas fechas son obligatorios para adentrarse en zona de montaña.
Alsacia, Alsacia... ¿Dónde está Alsacia?
Su situación a caballo entre Alemania y Francia le ha deparado a lo largo de la historia un destino muy “movidito”. La región, actualmente francesa, ocupa el extremo nordeste del país galo, con el majestuoso Rin ejerciendo de frontera natural con la Selva Negra alemana.
Conquistada para Francia en el siglo XVII por Luis XIV, el Rey Sol, desde aquel entonces ha vuelto al redil alemán en dos ocasiones: desde 1870 al final de la Primera Guerra Mundial y durante la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Aunque nos sentiremos claramente en Francia, sus raíces germánicas pueden apreciarse fácilmente tanto en los topónimos - el nombre de muchas localidades termina en -heim, -wihr o -willer, como en muchas de sus costumbres. Sin embargo, el estilo de vida y los horarios son bastante diferentes a los de sus vecinos teutones. Por ejemplo, entre 7 y 8 de la tarde los mercadillos franceses cierran sus puertas, salvo en fin de semana y todo el mundo desaparece de la calle. A esa hora, en cambio, los alemanes abarrotan sus mercadillos navideños – que cierran de ocho y media a nueve- para hacer sus compras, degustar sus especialidades gastronómicas o entrar en calor con una taza de “Glühwein” o «Vin Chaud» en Francia (vino caliente especiado), que reconforta los ánimos del más pintado cuando el frío aprieta.
¿Por qué Alsacia vive la Navidad como nadie?
Si bien actualmente "Noël en Alsace" es una marca turística de primer nivel, las tradiciones navideñas alsacianas se remontan a la Edad Media. En Selestat, por ejemplo, tienen muy a honra ser "la cuna del árbol de navidad" porque de allí procede la primera referencia escrita de un árbol adornado con manzanas, allá por 1521, si bien parece que la tradición es algo anterior. Cuando hablemos de esa ciudad ya veremos con más detalle cómo y de qué manera lo celebran.
La tradición de los mercados navideños también es de origen medieval y está muy ligada a San Nicolás, que es el encargado de repartir los regalos a los niños alsacianos cada 6 de diciembre a lomos de un borrico. Era costumbre poner el mercado ese día alrededor de la catedral de Estrasburgo. Sin embargo, la llegada del protestantismo le quitó protagonismo en favor del Niño Jesús y a finales del siglo XVI, el mercado navideño se trasladó a la actual Plaza Broglie, donde aún se celebra el "Christkindelmärik". Con los años, la costumbre de los los festejos navideños se fue extendiendo a todo el Adviento y así continúa.
Las tradiciones navideñas alsacianas poseen otros personajes propios: "Christkindel" y "Hans Trapp o Père Fouetard". La primera es una niña vestida de blanco y con una corona en la cabeza y representa el bien, mientras que el "Père Fouetard" es un sosías de nuestro "Hombre del Saco", encargado de azotar con un látigo a los infantes desobedientes y representa al "lado oscuro".
Con los siglos, San Nicolás fue recuperando poco a poco su lugar y es el antecesor de "Santa Claus" o "Papá Noel". En el siglo XVII, los emigrantes holandeses exportaron la costumbre de "Sint Claes" a Estados Unidos y allí terminó convirtiéndose en "Santa Claus"...
En cualquier caso, los alsacianos, que cuentan con sus maravillosas casas de entramado de madera como aliadas, han sabido unir como nadie sus tradiciones navideñas y su excepcional gusto decorando ventanas y casas para crear un ambiente navideño mágico e inigualable. La gastronomía autóctona, a la que también dedicaremos su tiempo, completa el panorama para que nuestro viaje sea de ensueño.
¿Qué no hay que perderse en Alsacia?
Una buena planificación es la mejor garantía para que el viaje soñado sea todo un éxito. Tenemos una cierta experiencia en esas lides, así que clicando aquí encontraréis todo lo que convendrá tener en cuenta a la hora de la preparación de un viaje “a tu aire”. Para las cuestiones específicas del viaje a Alsacia en Navidad, seguid leyendo...
Alsacia no es una región demasiado extensa. Ya hemos visto que forma un rectángulo de unos 190 km de norte a sur y de unos 60 de este a oeste, pero tiene muchas cosas que ver y en un periplo de diez días, desplazamientos incluidos, son claramente insuficientes para verla por entero en un solo viaje.
Una vez situados, tocará elegir qué ciudades y pueblos no deberemos perdernos en nuestro primer viaje. Como en 25 años "solo" hemos visitado la zona en doce ocasiones, os podréis suponer que nos ha dado tiempo a conocerla sino toda, sí casi toda. Así que esperamos que nuestra experiencia os pueda servir de guía para acertar en la elección. Sin embargo, hay un factor decisivo que lo marcará todo y ese es el tiempo disponible. Cuanto mayor sea, más lugares podremos visitar.
Salvo los jubilosos jubilados para quienes la duración del viaje dejó de ser una preocupación prioritaria, los que todavía no hemos llegado a ese punto tenemos que bregar con los días de vacaciones disponibles, que tampoco suelen ser demasiados, pero si podemos juntar diez días nos podremos apañar bastante bien. Esa es, en nuestra opinión, la duración mínima para un viaje a Alsacia en Navidad, lo que nos permitirá estar unos 5-6 días en Alsacia, en función de lo "apretados" que nos planteemos los trayectos de ida y vuelta. El problema es que Alsacia nos queda muy lejos de casa y cuando el tiempo es limitado eso obliga a hacer etapas de viaje realmente largas. Desde la frontera de Irún a Estrasburgo, por la ruta que proponemos pinchando en el siguiente cuadro, hay 1.150 km y desde La Jonquera, 975 km. A ese kilometraje habrá que añadir la distancia a nuestro domicilio, lo que no es poco. A partir de ahí, que cada cual se haga su composición.
Una vez delimitado el tiempo disponible, toca elegir qué ver. Entre Alsacia y la vecina Selva Negra hay, por lo poco, varias decenas de localidades dignas de una visita. Ciertamente, no todas por igual. En primer lugar están "las top", las que no hay que perderse en un primer viaje y que forman algo así como la "división de honor". Después tenemos otro grupo de localidades interesantes para un segundo viaje -teniendo siempre presente que nos gustará volver a algunas de las "imperdibles"- y luego nos quedaría las que estaría bien descubrir, pero solo cuando todo lo realmente "sustancioso" esté ya visto y bien visto.
También es muy importante considerar, en nuestra planificación, que en diciembre y situados tan al Este, anochece bastante pronto. Entre las cuatro y las cinco de la tarde se hace de noche. Este factor es clave cuando necesitemos de luz natural en nuestras visitas, por ejemplo para visitar el castillo de Haut Koenigsbourg o recorrer los paisajes de la Selva Negra y sus espectaculares granjas de madera. A oscuras, no es lo mismo. Sin embargo, que anochezca tan pronto tiene en Alsacia un punto a favor… ¡Las iluminaciones navideñas brillarán con todo esplendor!
¿Cómo acertar con los destinos en nuestro primer viaje?
Con una estancia en Alsacia de cinco o seis días, un viaje "ideal" estaría compuesto por: Estrasburgo (día completo); Riquewihr y Colmar (día completo); Kaysersberg, Eguisheim y el mercado navideño de Mulhouse, (día completo): Ribeauvillé, Selestat y Obernai (día completo). De esta manera habremos visto lo más granado de Alsacia. El quinto día podríamos dedicarlo a una escapada a Alemania -Breisach am Rhein y Friburgo, por ejemplo- y si fuera posible disponer de un sexto día, una excursión por la Selva Negra y sus relojes de cuco estaría genial. Cinco o seis días no dan para más y eso madrugando para estar en el primer pueblo del día a las 9-9,30 h. Será un viaje intenso, sin duda, pero quedaréis encantados. Por supuesto es posible reordenar las visitas, pero la sugerencia está basada en nuestra experiencia y si no sois mucho de sentaros a tomar un café o a comer en restaurantes, ese plan es bien factible. Y un valor seguro. Cuando más adelante veamos con detalle cada una de esas localidades, os daremos tiempos de visita aproximados para que os podáis hacer una idea de lo que una localidad puede llevar. Gustos y prioridades personales al margen, claro.
En avión+coche+hotel
Como existe vida aparte del caravaning, afortunadamente se puede disfrutar también de Alsacia en Navidad sin hacer kilómetros, siempre y cuando Barajas o El Prat no pillen demasiado lejos de casa.
La compañía “Easy Jet” lo pone fácil y también muy barato si los billetes se reservan con suficiente antelación. Desde Madrid y Barcelona la compañía vuela una o dos veces al día al “Euroairport” de Basilea-Mulhouse-Friburgo. El aeropuerto se encuentra en el sur de Alsacia, junto a la frontera suiza de Basilea. Bastará alquilar un coche para poder disfrutar a tope recorriendo esas ciudades y pueblecitos de cuento de hadas. Tampoco faltan alojamientos en la zona, tanto si son hoteles tradicionales o casas rurales, la oferta es grande. Como la demanda es muy alta, los precios también lo son, pero si se reserva con mucha antelación, se pueden encontrar buenas oportunidades, bien situadas y con precios razonables.
Luego, al hablar de los camping, veremos también que algunos disponen de bungalows, especialmente interesantes para familias o grupos de amigos de cuatro miembros o incluso, seis.
El Euroairport Basel-Mulhouse-Freiburg, que da servicio a tres países, se encuentra a 130 km de Estrasburgo y a 70 km de Colmar, que es el "corazón de Alsacia". Iberia vuela de Madrid a Estrasburgo, pero los precios son muy elevados en comparación con Easy Jet, pero no deja de ser una opción. La tercera alternativa para llegar a la zona volando es ir a Zurich con Air Europa, que tiene precios contenidos, aunque la distancia a Colmar es algo mayor, 160 km.
Los camping alsacianos en diciembre
Alsacia, como Francia en general, tiene una buena oferta de camping. Asunto distinto es que todos estén abiertos durante el Adviento para permitirnos acampar durante nuestra visita. Afortunadamente actualmente hay suficientes alternativas para que no tengamos problemas por ello. De todas maneras, conviene reservar con bastante antelación porque la ocupación es alta y, sobre todo, fijarse bien en las fechas de apertura. Los hay que abren todo el año, pero otros no y aunque en esas fechas abran, hay que fijarse cuándo.
Podemos establecer tres grandes sectores: la zona de Estrasburgo/Obernai; la zona central: Riquewihr y Colmar y la zona sur, Mulhouse y Heimsbrunn. Como orientación, recomendamos optar por la centralidad de los camping de Riquewihr y Colmar. Más que nada porque los desplazamientos serán más cortos, tanto hacia el norte como al sur. En su defecto, el camping de Obernai es otra de las grandes opciones porque es realmente bueno. Los camping del sur son recomendables si la visita se va a centrar en esa zona, si no, mejor optar por cualquiera de las anteriores.
Veamos ahora cada uno de esos camping con mayor detalle:
El "Camping Riquewihr": Situado a solo 2 kilómetros de Riquewihr y perfectamente ubicado para recorrer toda Alsacia, es un camping con muy buenas instalaciones y calefacción en los servicios. Dispone de un buen número de plazas con zona asfaltada, muy recomendables en esas fechas, porque el suelo puede estar bastante embarrado. Extremadamente importante reservar con antelación. En 2022 no pudimos hacerlo y nos presentamos a la brava. ¿Resultado? Que las plazas "estabilizadas" ya estaban completas y nos tocó acampar en una normal. Gracias a las hojas secas de un árbol vecino pudimos hacer un "paso anti-barro". Por el contrario, en 2021, nevó un día -algo no muy frecuente a principios de diciembre- pero estábamos en buen sitio. La recepción cierra a las 19 horas.
El Camping Municipal "Le Vallon de l'Ehn": Situado a las afueras de Obernai, a solo 2 kilómetros del centro del pueblo, es otra excelente alternativa, con muy buenas instalaciones y calefacción en los servicios. Dispone de un buen número de plazas con zona asfaltada. La gente de recepción es muy amable y dispone de 4 bungalows, para seis personas. En 2024 reservamos uno para unos amigos y el precio fue de 100 euros por noche. Hemos acampado ahí varias veces y es un valor seguro. Bien ubicado para acceder cómodamente a la autopista A-35. No os confundáis con las fotos. Unos días después estaba ya muy lleno...
El "Camping de l'ill - Mulhouse": Situado a las afueras de la ciudad de Mulhouse es un buen camping, pero no tiene un fácil acceso desde la autopista A-36. Tiene parcelas con zona dura y es muy grande, pero con suelo de tierra. Es una opción a considerar si se va a visitar la zona sur y no el resto de Alsacia. Lo que sí tiene en buen número son alojamientos para personas sin caravana o autocaravana. La cadena de camping tiene otro camping a las afueras de Colmar - El "Camping de l'ill - Colmar", mucho mejor situado para visitar toda Alsacia, pero puestos a optar por estar en los alrededores de Colmar, yo consideraría en primer lugar el camping de Riquewihr. No hemos acampado en el de Colmar desde 2007. Las fotos corresponden al de Mulhouse, donde pernoctamos una noche en 2024, antes de trasladarnos al de Obernai.
El Camping "La Chaumière: Situado en la localidad de Heimsbrunn, a 10 km de Mulhouse y a 2,5 km de la autopista A-36 es otra opción para la zona sur de Alsacia. Acampamos ahí en agosto de 2024, de camino a Alemania. Tiene algo muy bueno y es el arbolado, algo de lo que no disfruta el resto de camping alsacianos que recomendamos. El acceso es justo y el vial es estrecho para maniobrar. Sin movedor o sin ayuda de otros campistas, meter la caravana en parcelas que tampoco destacan por su amplitud es tarea harto complicada. En noviembre/diciembre 2024 no estaba abierto. Las instalaciones son sencillas, pero a cambio es notablemente más barato que el resto de camping. También tienen algunos mobil-homes para alquilar. En fin, ahí lo dejamos.
Los mercadillos navideños
Una vez vistos los camping de la zona, llega el momento de abordar el tema de los mercados navideños, una de las mayores atracciones de nuestra visita a Alsacia en épocas navideñas. Aunque si visitáis la web de cada población a buen seguro encontraréis buena información sobre el tema, hay algunas web que publican, con carácter general, información sobre los mercadillos navideños de Alsacia y de la Selva Negra.
Conviene tener en cuenta que en las poblaciones más grandes y las de mayor atractivo turístico, los mercadillos suelen abrir durante todo el Adviento (aunque las fechas de inicio pueden variar). En otras, solamente funcionan los fines de semana o solo algún fin de semana. Es importante, por lo tanto, informarse tanto de las fechas de apertura como de los horarios en aquellos pueblos que vayamos a visitar. Por ejemplo, en Kaysersberg solamente funciona los fines de semana. Y en Ribeauvillé se celebra el mercadillo medieval solamente dos fines de semana de diciembre. La preparación es, pues, clave para que la visita sea plenamente satisfactoria.
Para los mercados navideños en Alsacia: www.marche-de-noel-alsace.com
Para los mercados navideños en Alemania: www.weihnachtsmarkt-deutschland.de
¿Qué nos queda por ver en este artículo?
Pues todavía muchas cosas:
- Conocer a fondo las poblaciones alsacianas, agrupadas por niveles de interés: las que no hay que perderse ("Incontournables"), las interesantes, pero no imprescindibles y las que solamente merecerán una visita cuando ya hayamos visto las anteriores.
- Las especialidades gastronómicas, tanto alsacianas como de la Selva Negra (alemanas)
- Las ciudades interesantes durante el trayecto desde la frontera de Irún a Alsacia, para que podamos tenerlas en cuenta tanto al ir como al volver.
"Los incontournables"
En este grupo de "elegidos" que no deben faltar en un viaje a Alsacia en Navidad destaca en primer lugar, la capital, Estrasburgo (Strasbourg). Luego le siguen Colmar, los pueblos de Riquewihr, Ribeauvillé, Eguisheim, Obernai, Kaysersberg y Sélestat. En la Selva Negra, su capital, Friburgo (Freiburg im Breisgau) y la ruta de los relojes de cuco (Triberg).
Estrasburgo/Strasbourg
Estrasburgo, capital de Alsacia y sede del parlamento de la Unión Europea, presume de ser "la capital de la Navidad" y razones no le faltan para ello. Además de sus encantos urbanos, el despliegue navideño es tremendo, con un montón de mercados navideños y demás puntos de interés. Desde luego la visita nos llevará, como poco y sin dormirnos en los laureles, un día completo. Si además queremos dar una vuelta por la zona del parlamento (está a las afueras) deberemos dedicarle un tiempo más. La web oficial navideña es la siguiente: https://noel.strasbourg.eu/
El plano de las zonas de interés navideño, al menos en 2024, era el siguiente:
Duración estimada de la visita: 1 o 2 días, en función de qué hacer y ver. Y de las ganas de "marcha".
¿Cómo plantear la visita?
Para gustos, los colores, pero nuestra ya dilatada experiencia nos lleva a sugerir el siguiente recorrido para un día entero, que no incluye la zona del parlamento (no hay tiempo material en un día para todo). Aún así, hay que tener en cuenta que es una ruta intensa para una sola jornada, aunque factible si a las nueve de la mañana estamos ya en órbita y dispuestos a darnos tralla todo el día. Si el tiempo de estancia lo permite, un par de días serán ideales para las personas y familias más tranquilas. O para quienes gustan de pararse en cada puesto de los mercadillos. El tiempo disponible llega donde llega...
Por decirlo rápidamente, la ruta que proponemos empieza en La Petite France y los Ponts Couverts (a la izquierda del plano). Si es el primer viaje y si solamente disponéis de un día para Estrasburgo y os encantan los mercadillos navideños, entonces quizás la visita podría circunscribirse únicamente a las calles típicas de La Petite France y ver los puentes cubiertos a lo lejos. Quizás luego os falte tiempo para ver el centro de la ciudad a gusto. ¡Es que hay mucho que ver y hacer en la capital! Desde allí, rumbo al centro (en sentido derecha), se pasa por el mercado de la Place St. Thomas (Buen sitio para tomar un tentempié al mediodía); Camino al Palais de Rohan, donde podremos echar un vistazo al "Quay des Délices" y degustar alguna de las especialidades alsacianas, pasaremos por la Place Gutemberg, con la estatua del inventor de la imprenta. Recorriendo calles típicas y muy engalanadas desembocaremos en la catedral y su enorme mercadillo. Ahí invertiréis un buen rato, sin duda. Desde allí nos dirigiremos, ya en pleno centro, hacia las mágicas callejuelas del "Carré d'Or". En la Plaza Kléber, con su abeto gigante y su mercado también grande, para finalizar el día en la Place Broglie (ahí se compuso la antigua "Marcha de los soldados del Rin", que actualmente conocemos como "La Marsellesa", el himno nacional francés). En esa plaza se instala el "Christkindelmärik" es uno de los mercados navideños más antiguos y dada su extensa oferta gastronómica es un buen lugar para cenar. Ojo con los horarios, que a las 20 horas cierra. Desde ahí estaremos bastante cerca de la parada de tranvía de "Homme de Fer" para poder volver al P+R de Elsau. Con todo ello habremos visto lo más granado de Estrasburgo. Aunque si solamente queréis centraros en lo mucho que ofrece el centro urbano, tampoco será una mala decisión. Tened en cuenta también puede hacer mucho frío. En ese caso, la perspectiva de estar todo el día en la calle puede atraer lo justo y que apetezca más de una vez tomarse un café calentito resguardo del frío. Eso es tiempo. Tiempo que si bien será de merecido descanso -y será necesario tomarse más un descansito para aguantar el trote- deberá ser tomado en consideración porque puede ir en detrimento de alguna de las cosas que queráis ver. Todos esos puntos de interés los comentaremos más adelante.
No obstante, antes de entrar en más detalles, conviene hablar antes de un elemento capital como es el aparcamiento. Afortunadamente, Estrasburgo dispone de uno de los sistemas más eficaces de "aparcamientos alternativos o disuasorios", los "Relais+Tram". Clicando sobre el enlace, accederéis a la info sobre los numerosos parking existentes alrededor de la ciudad y que están comunicados con el centro mediante el tranvía. Por 4,20 euros al día todos los ocupantes del vehículo disponen de aparcamiento gratuito y un billete de ida y vuelta al centro en tranvía. ¿Puede haber algo mejor para visitar Estrasburgo? Un sistema similar funciona también en Mulhouse.
Viniendo desde el sur de Alsacia -lo más habitual para el visitante campista- el "Parc Relais Tram" más cómodo es el de Elsau, junto a la autopista A-35. Éste es ideal para visitar el centro de la ciudad. Once minutos dura el trayecto a la parada de "Homme de Fer". Si pensáis visitar primero la zona del parlamento, situada al norte de la ciudad, entonces es mejor elegir el de Rives de l'Aar, más próximo al parlamento.
¿Cómo funciona el "Relais+Tram"?
Súper-fácil. Se entra en el aparcamiento. En el cajero automático se indica el número de pasajeros y se paga la estancia por uno o varios días. Eso hay que hacerlo antes de coger el tranvía. Las tarifas para las autocaravanas son superiores y que sepamos, las caravanas no están autorizadas. En tal caso, deberíais preguntarlo antes de acudir. Una vez pagada la estancia, se sigue la ruta señalizada hasta la parada del tranvía, a poco más de cien metros de la salida del parking. Ya solo queda subir al tranvía y validar el billete, tanto al ir como al volver, en las máquinas del propio tranvía. Eso es importante para evitar multas y sobre todo, para no tener problemas en la salida del aparcamiento.
El barrio de las sedes europeas
En Estrasburgo no solo se encuentra el parlamento de la Unión Europea. También es sede de numerosas entidades internacionales, como el Consejo de Europa, el Tribunal de los Derechos Humanos y muchos más, cuyos edificios se pueden ver y visitar. El parlamento se puede visitar gratuitamente durante seis días a la semana. En la foto, a la derecha, el parlamento y a la izquierda, el "Palais de l'Europe".
Si solamente queréis echarle un vistazo a la zona, la foto en el monumento "Europa en el corazón" es casi obligada... Se encuentra cerca de la puerta del parlamento.
Bien, una vez comentado el tema de las instituciones europeas, volvamos a la visita de la navidad estrasburguesa.
La ruta comienza a la izquierda del mapa, en la zona de la "Petite France", con sus casas de entramado de madera. Allí, en la confluencia del río ill y el "Canal de la falsa muralla" se encuentran dos de los monumentos emblemáticos de la ciudad: los "Ponts Couverts" (puentes cubiertos) del que solo quedan 4 torres y el "Barrage Vauban" (Presa Vauban). ¿Por qué empezar por ahí? Pues por dos grandes razones: porque esa zona hay que verla de día y porque viniendo del P+R de Elsau, nos bajaremos en la parada de "Faubourg National", la más próxima a los puentes cubiertos. Una precisión. El Barrage Vauban se puede visitar (es un túnel en realidad), pero su visita no está incluida en el plan del día. Si lo queréis ver, seguramente os falte tiempo para ver todos los mercadillos. Ya hemos comentado que la ciudad ofrece mucho más que para una sola jornada. Es cuestión de prioridades. Nosotros lo hemos visitado, pero no en la primera ni en la segunda visita a la ciudad. Tampoco es algo que merezca la pena si a cambio hay que dejar algo en el tintero.
Es cierto que, por la noche, los Ponts Couverts se iluminan, pero los canales no se aprecian de igual manera. Al final de este artículo hacemos una reflexión al respecto. Por el momento, nuestra recomendación de ruta es la que sigue...
La Petite France y sus mercadillos
Uno de los rincones con más sabor de la ciudad...
Desde la parada de tranvía de "Faubourg National" tomaremos la Grand Rue, importante calle comercial. A un centenar de metros, a la derecha, por la Rue des Meuniers desembocaremos en el pequeño mercadillo navideño de la plaza Benjamin Zix. Allí empieza el antiguo barrio de La Petite France, con sus canales y sus casas de entramado de madera, vestigio del antiguo Estrasburgo.
Quizás el nombre de la Petite France (la Pequeña Francia) pueda resultar, a priori, chocante porque estamos en Francia. La explicación es, cuanto menos, curiosa porque tiene su miga. Recordemos que Alsacia y Estrasburgo fueron germánicas hasta mediados del siglo XVII. Recordemos también que a la terrible sífilis se la conoce también como "el mal francés". A partir de ahí podemos ir atando algunos cabos. La zona era el centro de la prostitución en el medioevo y también el barrio de los curtidores, con sus malos olores. El humor germánico, con "La Petite France" dio nombre a un barrio tan poco recomendable como insalubre. Con los siglos ha permanecido el nombre, pero los curtidores y pilinguis han dejado sitio a las tiendas de souvenirs y a los restaurantes. Nada que ver ahora con antaño.
Además del mercadillo de Benjamin Zix, en la zona hay otros dos pequeños mercadillos más: El "Marché Off", en dirección a los Ponts Couverts, unas pocas casetas con productos sostenibles y eco. La verdad es que no es muy bonito que digamos. El otro es el de los "Irreductibles productores alsacianos", situado en el paseo entre los canales de la Petite France y compuesto por unas pocas casetas dedicadas a vender productos de la tierra: foie-gras, mieles, abetos, productos cosméticos, etc. En la foto podéis verlo...
Rumbo a la Place Saint Thomas...
Desde la Petite France al centro, pongamos la Place Gutemberg, solamente nos separan unos 700 metros, dando un muy pequeño rodeo por la Place St. Thomas, dominada por su enorme iglesia. A su vera encontraremos otro pequeño mercadillo navideño. La oferta gastronómica es importante y es un buen lugar para hacer un alto en el camino para probar las muchas especialidades gastronómicas o tomar un buen "Vin chaud" que nos entone un poquillo. Hay una gran zona con mesas corridas para podernos sentar mientras reponemos fuerzas.
La Place Gutemberg
Una vez repuestas las fuerzas y siguiendo por la peatonal Rue des Serruriers, repleta de restaurantes y tiendas, desembocaremos en la Place Gutemberg, en pleno centro de Estrasburgo.
Junto a la Place Gutemberg, en la Rue Merciere, tendremos la posibilidad de tomar una de las imágenes más icónicas de Estrasburgo, con la catedral al fondo...
Los alrededores de la Place Gutemberg son muy bonitos y las decoraciones navideñas de las ventanas y balcones son preciosas...
Si bien desde ahí estamos ya a un paso de la plaza de la catedral, nuestra ruta todavía ha de pasar por el Palais Rohan, en cuyo patio se aloja el "Quay des Délices" (el Muelle de la Delicias), junto al río ill. Un pequeño mercadillo con especialidades dulces alsacianas.
Seguramente saldremos del "Quay des Délices" con algún dulce en el bolsillo y será el momento de dirigirnos a uno de los platos fuertes de la ruta: la catedral y su gran mercadillo. Desde el Palais Rohan a la catedral, pasaremos por callejuelas mágicamente adornadas...
La catedral y el gran mercado navideño
Los puestos del mercado navideño, el más grande de Estrasburgo, rodea a la enorme y emblemática catedral, presidida por su puntiaguda torre. La historia cuenta que la catedral gótica se salvó de la destrucción durante la revolución francesa porque sus avispados cuidadores tuvieron la picardía de poner un enorme gorro frigio en la punta de la torre. ¿Historia o leyenda? Quién sabe, pero el relato es bonito. Vale la pena visitar el interior de la catedral y su reloj astronómico. El mercado es enorme, así que dedicadle el tiempo que se merece...
Los alrededores de la catedral: la rue des Hallebardes y la Maison Kammerzell
La rue des Hallebardes, que bordea la plaza de la catedral, es una calle comercial cuya característica más remarcable es su decoración con lámparas de araña. Es algo que encontraréis siempre que vayáis a Estrasburgo.
Uno de los edificios más bonitos y emblemáticos de la ciudad es la Maison Kammerzell, con su rica decoración de madera labrada. Se encuentra en una de las esquinas de la plaza de la catedral, en dirección a la Rue des Hallebardes.
El "Carré d'Or" y la plazoleta del Temple Neuf (Templo Nuevo)
Desde la Maison Kammerzell y cruzando la Rue des Hallebardes iniciaremos uno de los recorridos más sorprendentes y mágicos de Estrasburgo por el "Carré d'Or", el "cuadrado de oro". Recomendamos visitar la zona cuando haya anochecido. Así disfrutaremos de las iluminaciones y las fantásticas decoraciones de las ventanas y balconadas. Es la calle de las bombonerías y de las joyerías. Por algo la estrecha calle se llama la Rue des Orfèvres (la calle de los orfebres). La callecita desemboca en la plazoleta del Temple Neuf, con el mercadillo del "Carré d'Or. Vale la pena recorrer las callejuelas adyacentes, bellamente decoradas.
|
|
El "Christkindelsmärik" de la Place Broglie
A la derecha de la plazoleta del Temple Neuf nos espera otro de los platos fuertes de Estrasburgo: el "Christkindelsmärik", uno de los mercados navideños más antiguos de Estrasburgo, cuyo origen se remonta al años. Es un mercado rectangular, con muchos puestos de artículos navideños y con una buena oferta gastronómica. Quizás por la hora de visita, sea un buen lugar para tomar algo a modo de cena. Ojo, que los mercadillos cierran a las 21 horas. Un horario más extenso que en el resto de Alsacia.
El abeto gigante de la Place Kléber
La ruta navideña por Estrasburgo va tocando a su fin. ¿La "última estación"? La gigantesca y rectangular Place Kléber con su no menos gigante abeto navideño, florón de la navidad en Estrasburgo. Desde hace algunos años se ha instalado otro gran mercado navideño, junto al tradicional "mercadillo solidario" con las casetas de algunas ONG's.
A un paso de la Place Kléber tenemos ya la parada de tranvía de "Homme de Fer" que nos permitirá regresar al aparcamiento, poniendo así fin a una jornada intensa, pero realmente mágica y maravillosa paseando la capital alsaciana.
Una última reflexión... ¿Por qué no comenzar la ruta a la inversa, ya que podríamos empezar por los mercados más bonitos e interesantes? Pues es también una cuestión a considerar. Ello nos permitiría disfrutarlos sin los posibles agobios y el cansancio de la ruta que os hemos propuesto. El problema principal es de horarios, pues los mercados navideños abren tarde, a las 11,30 h. lo que reduce el tiempo de visita, salvo que dediquemos las primeras horas de la mañana a pasear las calles comerciales. ¿Más pegas? Pues se me ocurren algunas. Empezando por la Place Kléber o Broglie, visitaremos gran parte del centro en horas diurnas y, en consecuencia, nos perderemos la belleza de las iluminaciones. Si acabamos en la Petite France de noche, los Ponts Couverts estarán iluminados, un punto a favor, pero la noche no permite apreciar de igual manera la belleza de los canales. En fin, que cada cual decida qué prefiere porque de lo que se trata es de disfrutar de lo mucho que ofrece Estrasburgo.
Colmar, "Alma de la Navidad"
Colmar, como reza su cartel publicitario, es el "alma de la Navidad". La tercera ciudad alsaciana por número de habitantes, aunque la segunda en importancia navideña detrás de Estrasburgo, en encanto puede que incluso supere a la capital. Mucho más pequeña, es también más pintoresca, con rincones realmente mágicos y maravillosos.
Duración de la visita: Ya sabemos que dar tiempos de visita es siempre un deporte de riesgo, pero si os sirve de orientación, la media de nuestras visitas a Colmar -y han sido unas cuantas- han rondado siempre las 6-8 horas. Eso significa que, en una sola jornada, es posible compatibilizar Colmar con la visita a otro pueblo. Eguisheim o Riquewihr pueden ser un buen complemento a condición de empezar temprano las visitas. Como esos pueblos ya los veremos con detalle más adelante, vamos a centrarnos en Colmar, que tiene mucho y bueno que ver y hacer.
¿Dónde aparcar? La ciudad dispone de un importante número de aparcamientos, tanto de superficie como cubiertos. Durante los fines de semana, los días de más afluencia de visitantes, suelen habilitarse aparcamientos disuasorios en el extrarradio, unidos al centro de la ciudad mediante autobuses-lanzaderas. En las últimas visitas siempre hemos optado por un moderno aparcamiento subterráneo, el "Montagne Verte". Situado en la calle del mismo nombre, se encuentra a unos 200 metros de la Place Jeanne d'Arc, lugar donde se ubica uno de los muchos mercadillos navideños y un buen lugar para empezar nuestra ruta por Colmar. El parking es muy espacioso y no es demasiado caro. No llega a 2€/hora. Desde luego es una opción a considerar, siempre y cuando se viaje en coche, claro.
Navidad en Colmar
Colmar dispone de, al menos, cinco mercados navideños. Los de la Place Jeanne d'Arc (el número 3 del plano) y el de la Place des Dominicains (número 4 del plano y el más grande de Colmar) son los que mayor oferta gastronómica tienen. No obstante, aunque en el plano no venga señalado, junto al río Lauch y al final de la Rue des Tanneurs se instala el "Marché Gourmand", junto a la gran noria, con un buen número de puestos de comida y bebida. Sin embargo, para comer o cenar nos atrevemos a recomendar el de los "Dominicains", a la vera del enorme templo de los Dominicanos, en pleno centro urbano.
La zona más pintoresca de la ciudad es la llamada "Petite Venise". La "Pequeña Venecia", bordeada por el canal de la Lauch, tiene mucho encanto, rodeada de casas de entramado de madera. Pero no adelantemos acontecimientos, por ahora empezaremos la visita por el pequeño mercado navideño de la plaza Juana de Arco (Jeanne d'Arc).
El Mercado navideño de la Place Jeanne d'Arc
A diferencia de Estrasburgo, el compacto centro urbano de Colmar permite seguir varias rutas sin temor a andar más de la cuenta. Desde la plaza Jeanne d'Arc podemos optar por continuar por la Rue des Clefs, hacia el museo Unterlinden donde se expone el famoso "retablo políptico de Isenheim". Si somos aficionados al arte medieval, la visita merece realmente la pena.
La Rue des Têtes, la calle de las cabezas, sale de la plaza Unterlinden. En esa calle encontraremos dos puntos turísticos de interés, la Maison des Têtes, una curiosa fachada decorada con cabezas, de ahí su nombre, y el "Village-Musée de Hansi". El museo de Hansi, ilustrador de imágenes alsacianas nacido en el siglo XIX es una mezcla de museo y tienda, de acceso libre. Se puede dar una vuelta por la tienda, repleta de recuerdos alsacianos y navideños.
La "casa de las cabezas" es actualmente un restaurante, pero su fachada merece cuanto menos detenerse un momento a contemplarla...
Siguiendo por la rue des Boulangers (foto), calle pintoresca y animada, con casas de entramado de madera, llegaremos a la plaza des Dominicains, dominada por su enorme iglesia y donde se ubica el mercado navideño más grande de Colmar.
El mercado navideño de la Place des Dominicains
El "corazón" de Colmar
Como seguramente en el mercado de los Dominicanos habremos degustado un vino caliente o tomado un tentempié, una vez reconfortados continuaremos la ruta hacia la plaza de la antigua aduana. Antes, no obstante, pasaremos por la plaza de la catedral y dos de las grandes atracciones de Colmar: la pintoresca "Maison Pfister", seguramente la más fotografiada de toda la ciudad y el Museo Bartholdi, dedicado a la figura del creador de la Estatua de la Libertad de Nueva York, nacido en Colmar.
Como no podía ser de otra manera, Colmar por méritos propios se merece tener su estatua de la libertad, aunque sea más pequeña y situada en una rotonda de la D83, la carretera que va a Estrasburgo. Como está lejos del centro, solamente podremos verla si vamos en nuestro propio vehículo, pero ahí queda...
La foto más famosa de Colmar y la antigua Aduana
Si hay una foto emblemática de Colmar, sin duda es de las casas de entramado de madera que se toma desde la antigua Aduana, en el cruce de la Rue Merciers y la Grand Rue...
La Antigua Aduana es un edificio del siglo XVI, con un precioso tejado de colores. Lo bueno de Colmar es que a pesar de estar en el epicentro de no pocas guerras a lo largo de su historia, milagrosamente siempre ha escapado de la destrucción, por lo que todo lo que se puede ver es auténticamente original. La Antigua Aduana alberga en su interior un pequeño mercado navideño. Cruzando el edificio, saldremos a la plazoleta de la Fontaine Schwendi, con su otro mercado navideño y sus canales decorados.
Rumbo a la "Petite Venise"
Desde la Fontaine Schwendi, a través del mercado navideño de la Rue des Tanneurs, desembocaremos en el mercado de la ciudad, junto al canal de la Lauch. Justo enfrente encontraremos la gran noria y la gran carpa del "Marché Gourmand.
Giraremos hacia la derecha, bordeando el canal por el Muelle de la Pescadería (Quay de la Poissonerie) y sus preciosas fachadas de entramado de madera, llegaremos a otro de los puntos emblemáticos de Colmar, el cruce con la Rue Turenne, en la Pequeña Venecia. Ahí, desde el puente, podremos tomar otra de las imágenes icónicas de Colmar. Las casas y el tejado decorado del Hotel Romantik.
No obstante, antes de llegar a ese punto, habremos pasado por el pintoresco Quay des Poissoniers. En las fotos podemos comparar la misma imagen a distinta hora del día. ¿Con cuál nos quedamos?
Desde el puente llegaremos al último mercadillo navideño de Colmar, el de la Place des Montagnes Noires (La plaza de las montañas negras). Es pequeñito, pero con encanto.
Y con ello podremos dar por terminado nuestro paseo por la preciosa Colmar. Para decir adiós a la ciudad y regresar al parking de las Montañas Verdes solo tendremos que seguir por la Grand Rue...
Riquewihr, perla entre las perlas
Riquewihr es un pueblo pequeño, pero gigante en encanto y belleza. Probablemente sea el pueblo más bonito de Alsacia, por detrás de Estrasburgo y Colmar, que juegan en otra liga. Amurallado y de planta rectangular, podemos decir que Riquewihr es ante todo una calle principal de casas de entramado de madera primorosa mente adornadas, en la cual se concentran la mayoría de atractivos, con cortas calles perpendiculares a ambos lados.
Duración de la visita: Insistimos en que los tiempos siempre son orientativos, y relativos, pero 2-4 horas es un plazo de tiempo más que razonable para visitar con calma un pueblo tan precioso, disfrutando al tiempo de sus tiendecitas. Además, nos permitirá aprovechar el resto del día en otro lugar. En las doce visitas a Alsacia, no hemos dejado de visitarlo en ocho ocasiones. Y es que no nos cansamos de pasear sus preciosos rincones. Es una visita ineludible en todo viaje a Alsacia que se precie, tanto en navidad como en verano. Una preciosidad.
En uno de los viajes con nuestros amigos acuñamos un lema que ha hecho historia, "El estilo Riquewihr", sinónimo de relax a tope. Lo empleamos cada vez que nos vamos a tomar, o tomamos, algo con mucha calma y relajo, sin prisa alguna. Todo empezó inopinadamente cuando en una de las visitas al pueblo decidimos sentarnos en un restaurante a tomar algo. ¡Estuvimos tan a gusto que nadie hizo intención de moverse! Al final, aquella visita a Riquewihr duró cerca de seis horas... ¡pero qué seis horas más bien empleadas!
Aparcamiento: El aparcamiento en los alrededores de Riquewihr es de pago, en la máquina de la ORA. Hay un pequeño gran parking en la carretera de acceso al pueblo. Otro en el otro extremo y junto a las murallas también hay plazas de parking, pero no son adecuadas para las autocaravanas. Hay que tener en cuenta que, dada la enorme afluencia de visitantes, si no llegamos muy pronto (antes de las 9,30 h) o muy tarde, puede que aparcar sea algo bastante complicado.
Las autocaravanas tienen, en principio autorizado el aparcamiento en el parking (foto superior izquierda) -no así las caravanas y remolques- pero salvo que se llegue muy temprano, cuando el aparcamiento esté lo bastante vacío como para permitir el acceso, no les quedará otra que buscar un hueco en alguno de los caminos entre viñedos que rodean al pueblo...
La visita a Riquewihr
La gracia de Riquewihr es pasear tranquilamente disfrutando las fachadas de entramado de madera encantadoramente decorados. Descubrir los rincones, entrar en sus comercios, visitar la tienda navideña de Käthe Wohlfahrt o tomarnos un vino caliente o una sopa al queso de Munster en cualquiera de los puestos que encontraremos a lo largo del pueblo. El mercado navideño se encuentra a la izquierda de la entrada por el ayuntamiento (Hotel de Ville).
Como estamos en plena Ruta del Vino de Alsacia, tanto en el pueblo como en periferia encontraremos los caldos de los viticultores locales. Algunas de esas bodegas son visitables. Eso es una constante de los pueblos de la zona: Eguisheim, Ribeauvillé, Kaysersberg y otros muchos.
El edificio más emblemático es el "Dolder", la torre de vigilancia de 25 metros de alto, construida en el siglo XIII y que da acceso a la muralla por su lado oeste. En la plazoleta frente al Dolder está otra de las grandes atracciones del pueblo. La tienda alemana de artículos navideños "Käthe Wohlfahrt", de acceso libre, bien merece una visita. La decoración interior es magnífica. Sus artículos navideños, muchos de ellos de madera, son preciosos. Sus precios, no tanto, pero hay adornos y figuras para todos los gustos y bolsillos y raro será que no salgáis de la tienda con, al menos, un adorno para el árbol. No está permitido tomar fotos, pero si miráis en Internet os haréis una idea de lo que hablamos. Con sede en Rothenburg ob der Tauber (Alemania), la cadena tiene tiendas en muchas ciudades europeas. En Barcelona hay una de ellas.
Riquewihr en verano
Como otros muchos pueblos alsacianos, es también maravilloso durante el verano, cuando los macizos de flores en los balcones toman el relevo de las decoraciones navideñas. En verano, los viñedos que circundan el pueblo tapizan de verde las laderas...
Riquewihr en Navidad
Vale, Riquewihr en verano es muy bonito, pero cuando "se sale" es, sin duda, durante la Navidad.
El mercado navideño de Riquewihr
El mercado navideño de Riquewihr es fundamentalmente artesanal. Como podréis fácilmente apreciar, el aspecto y el atractivo varía bastante del día a la noche. A diferencia de otros mercados, la oferta gastronómica para consumo "sur place", como dicen los franceses, es casi inexistente. Ello no es ningún demérito. Simplemente conviene tenerlo en cuenta, por si acaso.
Eguisheim, el "óvalo mágico"
El diminuto pueblo de Eguisheim, a solo 7 km. de distancia de Colmar es otra de las joyas alsacianas. De planta ovalada, casi cuadrada, sus calles forman círculos concéntricos, una distribución urbana bastante original. Al margen de sus pintorescas calles y sus numerosas bodegas de vino blanco de Alsacia, monumentalmente destaca la Plaza San León, dedicada al Papa León IX nacido en Eguisheim en 1002, pero el lugar que concentra el mayor número de fotos es el famoso palomar de Eguishim, que divide en dos la calle y que se encuentra a la izquierda de la calle principal que conduce a la plaza. Es habitual que haya que hacer algo de cola para poder fotografiarse junto al precioso y preciado palomar...
El aparcamiento
Los problemas de aparcamiento de Eguisheim no se distinguen mucho de los de otros afamados pueblos de la zona. Viniendo desde Colmar, junto a la entrada al pueblo medieval, hay un gran aparcamiento de pago, con zona para autocaravanas. Sin ser pequeño suele insuficiente para la marea de visitantes y volvemos a lo de siempre, si queremos aparcar sin problemas, tocará llegar prontito. O muy tarde. Y si no encontramos sitio libre o no queremos pagar el aparcamiento, habrá que buscarse la vida dejando el coche en la cuneta de los caminos que rodean a Eguisheim.
Duración de la visita: para dar una vuelta al pueblo y al mercado navideño, entre 2 y 3 horas resultará suficiente para la gran mayoría de visitantes. Lógicamente si visitamos alguna bodega o nos sentamos tranquilamente en un restaurante, la estancia se alargará. Compaginar Eguisheim y Colmar en una misma jornada puede ser una idea la mar de recomendable...
La Plaza de San León, el centro geográfico del pueblo, está dominada por el imponente templo y por la fuente redonda con la estatua del Papa León IX. Otro punto en el que hacerse una foto puede requerir un poco de paciencia...
Eguisheim tiene un pequeño mercado navideño y también varias pastelerías, charcuterías y restaurantes donde calmar la sed y el apetito si hace falta.
Otro de los atractivos del pueblo es la ruta de los belenes y nacimientos en las puertas de las casas que hacen el paseo mucho más entretenido.
Como guinda del pastel, podremos disfrutar también con una visita a una de las muchas bodegas de Eguisheim, en las que podremos degustar sus caldos, o apreciar sus bonitas enseñas...
Kaysersberg
Kaysersberg es otro de los encantadores y pintorescos pueblos alsacianos que merece, por méritos propios, estar en todo plan de viaje. Situado en el centro de la región y a solo 12 km. de Colmar, Kaysersberg no nos defraudará en absoluto. Tiene bastantes puntos en común con Riquewihr, especialmente sus fachadas decoradas y sus rincones mágicos, pero es bastante más grande y, sobre todo, muy animado. Dispone de una gran oferta para todos los gustos: comercios, restaurantes, puestos de comida. Eso sí, a diferencia de otros pueblos importantes, su mercado navideño solamente funciona los viernes y los fines de semana.
Duración de la visita: cuatro horas o incluso medio día pueden ser una buena referencia para hacer un cálculo aproximado de lo que nos puede llevar, como poco, la visita a Kaysersberg.
Aparcamiento: Hay varias zonas de aparcamiento -de pago- en los aledaños del pueblo, pero no son muy grandes y se llenan enseguida. Los fines de semana, cuando funciona el mercado navideño, se abren grandes aparcamientos "disuasorios" a algunos kilómetros del pueblo, dirección montaña. Son de pago único por día, pero a cambio disponemos de un servicio gratuito de autobuses al pueblo. La parada de esos autobuses está cerca del acceso al pueblo viniendo de la montaña, es decir, en el lado opuesto al acceso "normal" que queda del lado de Colmar.
La visita a Kaysersberg, empezando por la "puerta de Colmar", se abre a la larga y ancha calle del General de Gaulle en la que se sitúan la mayoría de comercios. Las calles aledañas son mucho más tranquilas. Siguiendo la calle principal llegaremos a una especie de plaza con la iglesia. El mercado navideño se instala detrás de la iglesia, donde también podremos contemplar un pequeño cementerio militar, consecuencia de los feroces combates que tuvieron lugar en el pueblo durante la liberación del pueblo en 1944.
La plazoleta de la iglesia tiene mucho sabor y encanto...
Continuando por la rue General de Gaulle, que ya se estrecha, pasearemos entre deslumbrantes fachadas fantásticamente decoradas.
Paseando, paseando, desembocaremos en uno de los rincones más pintorescos del pueblo, con el puente de piedra y el río Weiss, con sus bonitas vistas. A lo alto, veremos las ruinas del castillo.
A la derecha de la casa de fachada blanca (foto superior izquierda) sale una calle estrecha callejuela, que bordea el río, en el que encontraremos bellos rincones. En las fotos inferiores podemos comparar cómo varía el conjunto de "alsacianos típicos" -cada año cambia algo la decoración- y cómo también varía el aspecto con luz de día o de noche...
Junto al puente se ensancha la calle a modo de plazoleta, pero enseguida se estrecha y continúa hasta la salida del pueblo, por el lado oeste, que es donde se encuentra la parada del bus-lanzadera a los aparcamientos de fin de semana.
Obernai
Obernai es otra de las visitas que merecen la pena.
Es la población "de relumbrón" más cercana a Estrasburgo, pero a diferencia de los pueblos que ya hemos visto, Obernai es ya una localidad de mayor tamaño, pero su centro histórico es compacto, con edificios de entramado de madera bellamente decorados. Y por tener hasta tiene restos de su antigua muralla.
Aunque 50 km separan Obernai de los pueblos del "núcleo duro" próximos a Colmar, alrededor de Obernai hay unos cuantos pueblos interesantes para darles una vuelta: Rosheim, Molsheim, Barr, Gertwiller o el Mont Ste. Odile y el "Muro pagano". De todos ellos haremos una reseña, pero como no pertenecen a "la primera división", ya los veremos más adelante. Digamos solamente que Obernai es su epicentro...
Duración de la visita: El centro es pequeño, con la plaza mayor y su campanario como corazón urbano. 2-3 horas, incluyendo la visita a los tres mercadillos navideños, serán suficientes para una buena visita. Obernai dispone de buenos restaurantes de cocina alsaciana. Si queréis hacer uso de ellos, entonces habrá que ampliar el tiempo de estancia. Lógico, querido Watson...
Aparcamiento: Obernai dispone de un enorme aparcamiento gratuito, apto para autocaravanas, junto a los "Remparts", es decir, junto a la muralla, al norte de la ciudad. Cruzando la puerta de la muralla desde el aparcamiento desembocaremos en una plazoleta que nos recibirá el primer mercadillo navideño. El más grande se encuentra en la plaza mayor.
Próximo a la iglesia y al ayuntamiento hace pocos años que han inaugurado un parking cubierto, el "Centre Ville". Obviamente es de pago por horas, pero es una opción a tener en cuenta también. Insistimos en que en la época navideña, especialmente los fines de semana, todos estos pueblos reciben a muchos visitantes y entonces la tarea de aparcar se vuelve complicada. Incluso en el enorme parking de la muralla a ciertas horas de la tarde es complicado pillar hueco libre.
Camping: Recordemos que en Obernai se encuentra uno de los mejores camping de Alsacia, el "Vallon de l'Ehn", camping municipal del que ya hemos hablado al principio de este artículo. Ese camping ha sido nuestro "cuartel general" en numerosas ocasiones. Es bueno saber que a la puerta del camping está la parada de un microbús gratuito que nos llevará al centro urbano, situado a unos 2,5 km del camping.
La visita a Obernai
Suponiendo que hayamos aparcado en el parking de la muralla, lo primero que veremos de Obernai es el acceso a través de la muralla...
Cruzando la muralla nos toparemos, para ir abriendo boca, con el primer mercadillo navideño de Obernai en la Place Neher. Hay unas cuantas casetas, tanto de artículos de regalo como de comida. La primera oportunidad para degustar un vaso de vino caliente.
Después de haber paseado por el mercadillo navideño tomaremos la Rue du Marché, una bulliciosa calle repleta de restaurantes, tiendas y hoteles. Al final de la misma llegaremos a la Plaza Mayor, la Place du Marché.
|
La Place du Marché
Al llegar a la Place du Marché, de planta rectangular, veremos enfrente el edificio del Hôtel de Ville (el ayuntamiento) y el imponente campanario, el edificio más emblemático de Obernai. En la plaza hay varios restaurantes y no pocos comercios o chocolaterías interesantes en un pintoresco marco urbano. Estuvimos cenando cocina alsaciana en el "Restaurant de la Cloche" (junto al ayuntamiento) y quedamos muy satisfechos. Además admiten mascotas, algo fundamental cuando se viaja con un perrito.
En la plaza se instala el mercado navideño más grande y el inevitable carrusel, tan querido por los franceses. Si bien los puestos de la plaza son mayoritariamente de regalos y artesanía, en la plazoleta que está detrás del campanario esta el "marché gourmand", con distintas casetas para tomar algo típico de la tierra: sopas, tartes flambées, vin chaud, vinos alsacianos, etc. En el apartado dedicado a la gastronomía local, hablaremos largo y tendido de las muchas especialidades que podremos degustar.
Como se puede apreciar, también hay días bastante "crudos". Otros, no tanto.
Junto al ayuntamiento, sale una calle con varias reposterías y bonitas casas de entramado. En la esquina se sitúa otro de los monumentos de Obernai, el "Pozo de seis cubos". Un poco más arriba, la iglesia
Siguiendo la calle de las repostería desembocaremos en la última zona de interés del pueblo, con una plazoleta con su carrusel y atracciones infantiles, rodeada de bonitas fachadas de entramado de madera muy bien decoradas. Desde ahí podremos acceder a otro de los lienzos de la antigua muralla que aún siguen en pie.
Al final de la plazoleta encontraremos uno de los edificios con más fama de Obernai, el del hotel-restaurante "Zum Schnogaloch". En ambas fotos podemos comparar lo que es Alsacia en verano y en navidad...
Ribeauvillé
Curiosamente Ribeauvillé, precioso pueblo situado a solo 5 kilómetros de Riquewihr, no suele aparecer habitualmente entre las localidades alsacianas más afamadas. Y no será por falta de atractivos. Especialmente, cuando se instala el mercado navideño medieval durante dos fines de semana de diciembre, el único de ese estilo en Alsacia. En esos fines de semana la localidad rebosa alegría y el ambiente es fantástico. La pega es previsible... ¡La mitad del mundo ha tenido la misma idea! Hay tanta gente esos días que no es fácil andar por la calle.
Aparcamiento: Y aparcar ya es de nota. Para paliar el problema, habilitan un aparcamiento disuasorio a algunos kilómetros del pueblo con autobuses-lanzadera que unen el parking con Ribeauvillé. La última vez que hemos estado en el mercado medieval -lo hemos visitado en varias ocasiones- nos tocó aparcar el coche en la cuneta de la carretera a más de un kilómetro del pueblo. Llegando pronto hay una zona de aparcamiento, de pago, justo enfrente de la entrada del pueblo.
Duración de la visita: Nuestra recomendación es que si os apetece pasear Ribeauvillé sin agobios, lo visitéis en un día entre semana, pero también queremos dejar claro que el mercado medieval es muy bonito y, si se tercia, recomendamos no perdérselo. Eso sí, a condición de aparecer por allí muy temprano -antes de las nueve de la mañana- para poder aparcar sin demasiados apuros y para poder ver el pueblo con menos gente. A medida que el día avance, la multitud se hará cada vez mayor.
Si lo visitáis entre semana o fuera de los días de mercado, la visita estará entre las 2-3 horas. En día de mercado medieval, podéis duplicar perfectamente esos tiempos.
La visita a Ribeauvillé
Ribeauvillé presume de ser la "La Ville des Ménétriers", es decir "La ciudad de los trovadores flautistas", una leyenda o tradición que procede de la Edad Media. A lo largo del pueblo encontraremos no pocas estatuas y enseñas dedicadas a esos músicos encargados de divertir a los señores feudales.
Ribeauvillé, por su situación en la Ruta del Vino Alsaciano, es sede de numerosas bodegas de viticultores. Una buena oportunidad para degustar in situ sus variedades de Riesling, Sylvaner o Gewurztraminer, entre otras muchas.
El pueblo sigue un trazado urbano similar al que podamos encontrar en Kaysersberg o Riquewihr. Con el sempiterno castillo en lo alto de la colina, Ribeavillé es fundamentalmente una larga calle principal que desemboca en la gran plaza del ayuntamiento. Allí encontraremos la iglesia y la torre de la antigua muralla. Traspasándola, la calle principal continúa su pintoresco recorrido por la llamada "Ciudad Alta", entre casas de entramado de madera y bonitos rincones. Durante el mercado medieval, al final de la Ciudad Alta se sitúa otro pequeño mercadillo, con puestos de comida y artesanía.
En la entrada del pueblo encontraremos la oficina de turismo y nos recibirán las figuras míticas de la navidad alsaciana: Christkindel y Hans Trapp. En los días de mercado no será raro cruzarnos con gente ataviada con el traje típico alsaciano.
Como podemos apreciar el pueblo es muy pintoresco y está lleno de rincones decorados y fachadas espectaculares...
La Ciudad Alta también tiene sus rincones encantadores...
El mercado navideño medieval
Hemos dejado para el final las imágenes del mercado navideño medieval. Desde luego que hay muchísimo más de lo que os vamos a mostrar, pero pensamos que para haceros una idea idea bien van a valer...
Sélestat
La razón por la que Sélestat está entre "lo imprescindible" es porque se la considera "la cuna del árbol de navidad". De 1521 es la primera mención escrita de un árbol decorado con manzanas y obleas (hostias) para conmemorar las fechas navideñas. La manzana roja -abundante en Alsacia- como símbolo del pecado original y la hostia que simboliza la redención de los pecados a través del nacimiento del niño Jesús y su posterior sacrificio.
Para conmemorar ese hito histórico, cada navidad la nave de la iglesia de Saint Georges se engalana con abetos que muestran la evolución de las decoraciones del árbol de navidad desde el siglo XVI hasta nuestros días. Solamente por ello ya se justifica una visita a la ciudad. El acceso es gratuito durante las horas de apertura de la iglesia.
El primer árbol de navidad (sup. izqda.), de principios del siglo XVI, está decorado exclusivamente con manzanas rojas. A mediados de siglo, (sup. centro) se incorporan las obleas u hostias de pan ácimo. El árbol de la derecha representa la decoración del siglo XVII, que continúa inspirada en el Antiguo Testamento. A las manzanas y obleas se le añaden ahora flores de papel que simbolizan al Redentor a través de la vara florida de Jesé.
A finales del siglo XVII y principios del XVIII, las decoraciones evolucionan y otros abalorios cotidianos van sustituyendo a las referencias bíblicas. Aparecen las decoraciones metálicas y poco a poco, hasta llegar al siglo XIX, los adornos de pan de especias, los bredeles y los springerle (otro tipo de pastas) se van imponiendo...
A finales del siglo XIX y a lo largo del siglo XX, las decoraciones ya nos resultan mucho más familiares. Se incorporan adornos de todo tipo y, a mediados del siglo pasado, aparece el espumillón y las iluminaciones. En fin, un curioso viaje a través del tiempo.
La visita a Sélestat
Aunque no es demasiado monumental, no es menos cierto que tiene algunos edificios muy bonitos, un pequeño mercado navideño y la renombrada "Maison du Pain" (La Casa del Pan), famosa por sus "bredeles", las típicas pastas navideñas alsacianas.
La iglesia de Sainte Foy de Sélestat tiene un poderoso encanto macizo...
Y, por último, la Maison du Pain. Una visita que los golosos a buen seguro sabrán apreciar...
Aparcamiento y duración de la visita: Como la visita no se alargará más de un par de horas, podemos dejar el coche en una de las zonas de aparcamiento gratuito que hay en la periferia del centro urbano. Uno de los más grandes es el de la Place du Maréchal Lattre de Tassigny.
Mulhouse: luces, coches y trenes
Mulhouse es ciudad universitaria y, aunque su centro histórico no sea de los de más relumbrón, merece por méritos propios estar en el "grupo de cabeza". Su principal atractivo navideño es la plaza mayor, llamada de la Reunión. El bonito ayuntamiento renacentista se engalana cada navidad con los tejidos típicos de la ciudad -incluso hay un museo dedicado a los estampados- y el principal distintivo es que las fachadas de la plaza, incluida la iglesia de San Esteban se iluminan con diferentes colores. Además, el mercado navideño es muy grande y detrás del ayuntamiento se instala el mercado "gourmand", el de las especialidades gastronómicas.
Mulhouse es la segunda ciudad por número de habitantes en Alsacia y la primera a nivel industrial. Peugeot-Citroën tienen allí una factoría, aunque la principal se encuentra en Montbéliard, a unos 60 kilómetros de distancia, pero fuera de Alsacia, en el Franco Condado.
Aparcamiento y duración de la visita: Si solamente se trata de darle una vuelta a la ciudad, disfrutar de su mercado navideño y tomarse algo en el mercado de los "gourmands", podéis contar con una tarde completa. Sin exagerar. Quizás el centro urbano no sea de los más bonitos de Alsacia, pero sus calles comerciales están muy animadas y todo en conjunto hace que la visita sea agradable. Por supuesto, es preferible visitar la ciudad por la tarde, pues uno de sus principales atractivos es la iluminación. Y para eso la oscuridad ayuda lo suyo...
Para aparcar tenemos dos opciones: si la visita va a ser breve, pongamos un par de horas, la opción del parking subterráneo en el centro gana enteros. Podéis aparcar en el parking de la "Porte Jaune", a solo unos minutos de la plaza de la Reunión. Si por el contrario, la visita prevista va a ser más larga, entonces lo más interesante es aparcar en uno de los "Relais+Tram", el de Université, por ejemplo, como ocurre en Estrasburgo. Por 2€ por jornada podréis aparcar el coche y todos los ocupantes (7 máximo) trasladaros en tranvía al centro, ida y vuelta. El sistema funciona de lunes a sábado. Muy interesante y práctico.
Mulhouse es sede de dos grandes museos, uno dedicado al automóvil - El Museo Nacional del Automóvil- y el museo del ferrocarril. El de los trenes no lo conocemos, pero el Nacional del Automóvil lo hemos visitado un par de veces y es sencillamente fantástico. Originariamente creado por los hermanos Schlumpf, dispone de una colección de Bugatti sencillamente espectacular. Si os gustan los coches de todas las épocas, ese es vuestro museo. Dedicadle una mañana. Pinchando en la foto grande podréis acceder a nuestro completo reportaje del museo, pero no por ello dejaremos de mostraros algunos de sus encantos ...
La Place de la Réunion y el mercado navideño
Ayuntamiento con trampantojo, fachadas de colores, tejidos de decoración y mucho ambiente y un enorme mercado gastronómico (foto inferior derecha) situado detrás del ayuntamiento. En el mercado de la plaza y alrededor de la iglesia también hay muchos puestos de comida. Desde luego no será en Mulhouse donde uno pasará hambre...
Mulhouse en verano y en navidad
¿Visitamos Mulhouse en verano o mejor lo hacemos en fechas navideñas? Juzgad vosotros mismos...
Y así, con Mulhouse, ponemos fin a las localidades alsacianas que bien merecen una visita, siempre que las disponibilidades de tiempo lo permitan.
Sin embargo, Alsacia es mucho, mucho más y verla por entero necesitará más de un viaje, salvo que podamos disfrutar varias semanas de la estancia. Hasta aquí hemos conocido lo más granado, lo que no hay que perderse en un viaje "a l'Alsace". Pinchando en los cuadros siguientes no solo podréis conocer "la otra Alsacia" con sus pueblos, quizás no tan espectaculares, pero sin duda también interesantes para completar futuros viajes. También merece la pena dedicar unos días a la vecina Selva Negra, ya en territorio teutón. Y, por supuesto, conocer a fondo la rica y apetitosa cocina alsaciana, uno de los principales puntos de interés del viaje...

.jpg/picture-200?_=195e7be24e0)
.jpg/picture-200?_=195e7be21d6)

.jpg/picture-200?_=195ece53c28)
.jpg/picture-200?_=195ece54bc8)
%20(2).jpg/picture-200?_=1949e545310)


.jpg/picture-200?_=196010f5058)
.jpg/picture-200?_=196010f4c70)
.jpg/picture-200?_=196010f5828)

.jpg/picture-200?_=196107865c0)
.jpg/picture-200?_=19610785df0)
.jpg/picture-200?_=19610785a08)
.jpg/picture-200?_=19610784e50)
.jpg/picture-200?_=196107869a8)
.jpg/picture-200?_=196107861d8)

.jpg/picture-200?_=196107d1cc8)
.jpg/picture-200?_=196107cd290)
.jpg/picture-200?_=196107ccea8)
.jpg/picture-200?_=196107ce230)
.jpg/picture-200?_=196107cd678)
.jpg/picture-200?_=196107cde48)
.jpg/picture-200?_=196107cda60)
.jpg/picture-200?_=196107cda60)
.jpg/picture-200?_=1960217627a)
.jpg/picture-200?_=19602176639)
.jpg/picture-200?_=1960223ac2c)
.jpg/picture-200?_=1960223b0aa)
.jpg/picture-200?_=195ece543f8)
.jpg/picture-200?_=195ece56720)
.jpg/picture-200?_=196109f6df0)

.jpg/picture-200?_=19610a02970)
.jpg/picture-200?_=19610a02d58)
.jpg/picture-200?_=196109fe708)
.jpg/picture-200?_=196109feaf0)
.jpg/picture-200?_=196109feed8)
.jpg/picture-200?_=196109f9cd0)
.jpg/picture-200?_=196109f9cd0)
.jpg/picture-200?_=196109f98e8)
.jpg/picture-200?_=196109fe320)
.jpg/picture-200?_=196109fdf38)
.jpg/picture-200?_=196109f9500)
.jpg/picture-200?_=196109fdb50)
.jpg/picture-200?_=196109f9118)
.jpg/picture-200?_=196109fd768)
.jpg/picture-200?_=196109fcf98)
.jpg/picture-200?_=196109fd380)
.jpg/picture-200?_=196109fd768)
.jpg/picture-200?_=196109fcbb0)
.jpg/picture-200?_=196109fbc10)
.jpg/picture-200?_=196109fb828)
.jpg/picture-200?_=196109f8d30)
.jpg/picture-200?_=196109f8560)
.jpg/picture-200?_=196109fc3e0)
.jpg/picture-200?_=196109fc3e0)
.jpg/picture-200?_=196109f8d30)
.jpg/picture-200?_=196109fc7c8)
.jpg/picture-200?_=196109f8560)
.jpg/picture-200?_=196109fbff8)
.jpg/picture-200?_=196109f8178)
.jpg/picture-200?_=196109f7d90)
.jpg/picture-200?_=196109f79a8)
.jpg/picture-200?_=196109f75c0)
.jpg/picture-200?_=196109f71d8)
.jpg/picture-200?_=196109f79a8)
.jpg/picture-200?_=196109fb828)
.jpg/picture-200?_=196109fac70)
.jpg/picture-200?_=196109fb440)
.jpg/picture-200?_=196109fe708)
.jpg/picture-200?_=196109fb058)
.jpg/picture-200?_=196109fa888)
.jpg/picture-200?_=196109fa4a0)
.jpg/picture-200?_=196109fa0b8)
.jpg/picture-200?_=19620929448)


.jpg/picture-200?_=1962092eb4d)
.jpg/picture-200?_=1962092e814)
.jpg/picture-200?_=1962092e4ea)
.jpg/picture-200?_=1962092978e)



.jpg/picture-200?_=19620929d6a)
.jpg/picture-200?_=19620929a81)
.jpg/picture-200?_=1962092a01f)
.jpg/picture-200?_=1962092a304)




.jpg/picture-200?_=1962024cd88)
.jpg/picture-200?_=1962024c9a0)
.jpg/picture-200?_=1962024f0b0)
.jpg/picture-200?_=1962024e8e0)
.jpg/picture-200?_=19620250ff0)
.jpg/picture-200?_=1962024f498)
.jpg/picture-200?_=1962024fc68)



.jpg/picture-200?_=19620250438)
.jpg/picture-200?_=19620250050)
.jpg/picture-200?_=1962024b230)
.jpg/picture-200?_=1962024ae48)
.jpg/picture-200?_=1962024ae48)
.jpg/picture-200?_=1962024f498)
.jpg/picture-200?_=1962024aa60)
.jpg/picture-200?_=1962024f880)
.jpg/picture-200?_=1962024d940)
.jpg/picture-200?_=1962024a678)




.jpg/picture-200?_=19625aa3042)


.jpg/picture-200?_=19625ab9e41)
.jpg/picture-200?_=196253dac68)
.jpg/picture-200?_=196253d98e0)
.jpg/picture-200?_=196253d71d0)
.jpg/picture-200?_=196253dac68)
.jpg/picture-200?_=196253db438)
.jpg/picture-200?_=196253db820)
.jpg/picture-200?_=196253c7000)
.jpg/picture-200?_=196253d5290)
.jpg/picture-200?_=196253db050)
.jpg/picture-200?_=196253d2798)
.jpg/picture-200?_=196253c8388)
.jpg/picture-200?_=196253c7bb8)
.jpg/picture-200?_=196253c7bb8)
.jpg/picture-200?_=196253c77d0)
.jpg/picture-200?_=196253c73e8)
.jpg/picture-200?_=196253c6830)
.jpg/picture-200?_=196253c6830)
.jpg/picture-200?_=196253c5c78)
.jpg/picture-200?_=196253c4cd8)
.jpg/picture-200?_=196253c48f0)
.jpg/picture-200?_=196253c4508)
.jpg/picture-200?_=196253c3568)
.jpg/picture-200?_=196253c25c8)
.jpg/picture-200?_=196253dc3d8)
.jpg/picture-200?_=196253dc7c0)
.jpg/picture-200?_=196253dbc08)
.jpg/picture-200?_=196253cd590)
.jpg/picture-200?_=196253c9ee0)
.jpg/picture-200?_=19639c17d40)
.jpg/picture-200?_=19639c13ec0)
.jpg/picture-200?_=19639c14a78)
.jpg/picture-200?_=19639c14690)
.jpg/picture-200?_=19639c142a8)
.jpg/picture-200?_=19639c136f0)
.jpg/picture-200?_=19639c161e8)
.jpg/picture-200?_=19639c15630)
.jpg/picture-200?_=19639c15248)
.jpg/picture-200?_=19639c14e60)
.jpg/picture-200?_=19639c17188)
.jpg/picture-200?_=19639c169b8)
.jpg/picture-200?_=19639c15a18)
.jpg/picture-200?_=19639c16da0)
.jpg/picture-200?_=19639c165d0)
.jpg/picture-200?_=19639c14a78)
.jpg/picture-200?_=19639c17958)
.jpg/picture-200?_=19639c17570)
.jpg/picture-200?_=19639c18128)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e68a8)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e8bd0)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e4968)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e5cf0)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e60d8)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e68a8)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e8fb8)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e4580)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e3db0)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e3db0)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e5520)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e2e10)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e31f8)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e39c8)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e4d50)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e5138)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e5908)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e5cf0)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e35e0)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e2a28)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e4d50)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e7848)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e87e8)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e7460)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e8018)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e87e8)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e8400)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e7c30)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e7078)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e6c90)
_1.jpg/picture-200?_=1963a0e64c0)
.jpg/picture-200?_=1963f8dc684)
.jpg/picture-200?_=1963f8dabab)
.jpg/picture-200?_=1963f8dec14)
.jpg/picture-200?_=1963f8de20d)
.jpg/picture-200?_=1963f8de8c1)
.jpg/picture-200?_=1963f8ddf0d)
.jpg/picture-200?_=1963fb276c9)
.jpg/picture-200?_=1963f8d9ed3)
.jpg/picture-200?_=1963f1fe4e8)
.jpg/picture-200?_=1963f1fe100)
.jpg/picture-200?_=1963f1fecb8)
.jpg/picture-200?_=1963f1ff870)
.jpg/picture-200?_=1963f1ff488)
.jpg/picture-200?_=1963f1fecb8)
.jpg/picture-200?_=1963f1fb9f0)
.jpg/picture-200?_=1963f1ff0a0)
.jpg/picture-200?_=1963f1fc5a8)
.jpg/picture-200?_=1964890c158)
.jpg/picture-200?_=1963f1fdd18)
.jpg/picture-200?_=1963f1fc5a8)
.jpg/picture-200?_=1963f1fd160)
.jpg/picture-200?_=1964890c615)
_1.jpg/picture-200?_=19648985940)
.jpg/picture-200?_=19648ac3ce2)
.jpg/picture-200?_=19648ac6675)
.jpg/picture-200?_=196483e69a0)
.jpg/picture-200?_=196483e8110)
.jpg/picture-200?_=19649baff50)
.jpg/picture-200?_=19649bb0338)
.jpg/picture-200?_=196483e7170)
.jpg/picture-200?_=196483e6d88)
.jpg/picture-200?_=196483e5230)
.jpg/picture-200?_=196483e4e48)
.jpg/picture-200?_=196483e4a60)
.jpg/picture-200?_=196483e5618)
.jpg/picture-200?_=196483e5a00)
.jpg/picture-200?_=196483e5a00)
.jpg/picture-200?_=196483e61d0)
.jpg/picture-200?_=196483e7d28)
.jpg/picture-200?_=196483e7940)
.jpg/picture-200?_=196483e90b0)
.jpg/picture-200?_=196483e8cc8)
.jpg/picture-200?_=196483e8cc8)
.jpg/picture-200?_=196483e84f8)
.jpg/picture-200?_=196483e7d28)
.jpg/picture-200?_=196483e65b8)
.jpg/picture-200?_=196483e4e48)
.jpg/picture-200?_=196483e9c68)
.jpg/picture-200?_=196483e9880)
.jpg/picture-200?_=196483e9498)
.jpg/picture-200?_=196483e7558)
.jpg/picture-200?_=19668f7c544)
.jpg/picture-200?_=19668f7d543)
.jpg/picture-200?_=19668f7cc20)
.jpg/picture-200?_=19668f7e783)
.jpg/picture-200?_=19668f7bbe5)
.jpg/picture-200?_=19668f7b5e8)
.jpg/picture-200?_=19668f7ac75)
.jpg/picture-200?_=19668f7f086)
.jpg/picture-200?_=19668f7b8d5)
.jpg/picture-200?_=19668f7af66)
.jpg/picture-200?_=19668f7b251)
.jpg/picture-200?_=19668f7bee7)
.jpg/picture-200?_=19668f7c222)
.jpg/picture-200?_=19668f7cefa)
.jpg/picture-200?_=19668f7ed68)
.jpg/picture-200?_=19668f7e538)
.jpg/picture-200?_=19668f7e14e)
.jpg/picture-200?_=196688a0188)
.jpg/picture-200?_=196688a0d40)
.jpg/picture-200?_=1966889fda0)
.jpg/picture-200?_=1966889f9b8)
.jpg/picture-200?_=1966d84fc03)
.jpg/picture-200?_=1966d850b73)
.jpg/picture-200?_=1966d173a68)

.jpg/picture-200?_=1966d172ac8)
.jpg/picture-200?_=1966d1722f8)
.jpg/picture-200?_=1966d171f10)
.jpg/picture-200?_=1966d171b28)
.jpg/picture-200?_=1966d172eb0)
.jpg/picture-200?_=1966d173680)
.jpg/picture-200?_=1966d172eb0)
.jpg/picture-200?_=1966d173298)
%20-%20copia.jpg/picture-200?_=1966da9b7c8)


